Consagración de la Iglesia de San Plácido

El 5 de Octubre de 1980 en la localidad de Bialet Masse - Sierras Córdobesas se decide colocar la piedra fundamental comenzando así la obra de la construcción de la Iglesia. El 5 de octubre de 1985 ante una verdadera multitud de fieles, más de tres mil personas queda Consagrada la Iglesia de San Placido por el Cardenal Arzobispo de Córdoba Monseñor Dr. Raúl Francisco Primatesta. Y junto a la misma se lleva a cabo el Bautismo de Roberto Placido Alcaide Piscitello.

Monseñor Audicio - Monseñor Di Stefano

MONSEÑOR CARLOS AUDISIO

Fue el ser elegido por Dios para guiar y asesorar las Obras de la Iglesia de San Placido. Fue columna firme donde tantas veces se apoyaran para superar tantas dificultades. Pero las sorteaba con oración, humildad y esa sonrisa franca y cierta que nadie jamás pudo suprimir. Era la alegría agigantada que esparcía a su alrededor, como quien arroja la simiente del surco abierto y palpitante. Y contagiaba ese jubilo y gozo a todo el que se le acercaba. Él, si sabia de la Esperanza, pues ponía su confianza en Dios y con esa fe inquebrantable, esperaba la respuesta que se convertía en nuevas obras. Su paso por esta vida fue fructífero y lo inundó de luz esa luz que solo irradian los grandes, que están y cerca de su creador. Partió a la Patria Celestial un 29 de abril del año 2002 y hoy desde allí sigue custodiando esta casa del Señor por lo que dedico gran parte de su vida.
Gracias Monseñor Audisio por caminar nuestro senda y dejarnos su sonrisa como signo cierto de esperanza y amor.




















MONSEÑOR DI STEFANO FUE EL PADRINO DE LA IGLESIA DE
SAN PLACIDO, IGLESIA QUE UNE AL HOMBRE CON DIOS



La Iglesia de San Placido tuvo un padrino excepcional: Monseñor Dr. Italo Severino Di Stefano quien fuera en vida, el arzobispo de San Juan de Cuyo. Dios lo eligió para pastorear su rebaño, fortalecido por la oración y la gracia supo ser bálsamo con su palabra justa para el necesitado y puso en su accionar, el corazón, ese corazón grande de padre, amigo, hermano, Pastor, que comprendía y contenía con la sabia firmeza de los grandes. La Iglesia de San Placido fue afortunada al contarlo como su padrino y en la seguridad que desde lo alto, seguirá guiando y ayudando a su grey, especialmente a los amigos que supo ganar como el los llamaba, los amigos de San Placido.
La Comunidad toda le pide que interceda por ella, ahora que se encuentra en la plenitud del amor de Dios.